La niebla era demasiado densa como para poder ver más allá
de dos metros. A lo largo del camino, a pesar que lo conocía bien (son casi
veinte años de vivir por acá) aún me daba escalofríos caminar en noches como
ésta. El silencio me envolvía; no escuchaba siquiera el aleteo de las aves
nocturnas o el cantar de los grillos.
Está todo muy
tranquilo…
Los secretos del subconsciente germinan cuando el camino
está libre y la mente sucumbe ante el silencio del ambiente, mientras relata
los misterios jamás revelados del universo. Sólo hay que escuchar. Escuchar
atentamente al idioma que habla e intentar descifrarlo. Es en la noche en que
nuestra verdadera forma se quita el traje de humano, para confrontarnos a
nosotros mismos.
La niebla estaba cediendo. Una silueta llamaba mi nombre
mientras se acercaba. La piel se me erizaba, noté que los latidos de mi corazón
aceleraban en ritmo y mi respiración era agitada. Me sentí un poco mareado.
Cierra tus ojos…
Fue sólo un reflejo, ni siquiera pensé para qué querría que
cerrara los ojos. Sin embargo, cuando lo hice, sentí cómo mi cabeza se llenaba
de una comodidad absoluta; mi corazón regresó a su ritmo normal, mi respiración
fue constante de nuevo, hasta podía sentir un poco de calor que me abrazaba.
Una voz dulce, pero segura de lo que decía, me arrullaba con sus palabras:
Hacía tiempo que no te
veía… ¿Dónde has estado todo este tiempo?
Escuchar… Escuchar lo que tenga que decir. Al fin y al cabo,
no se puede ignorar el hecho que alguien te esté hablando de esa manera
.
Yo… He estado ocupado. ¿Quién eres?
No importa quién soy.
Lo importante es quién sos vos ahora…
Escuchar.
La mudanza entre
facetas mentales y/o emocionales debe ser lenta. Lo que marcó épocas anteriores
debe quedarse allí. No hay por qué utilizarlas ahora. Hay que ver el material
disponible hoy, y trabajar en base a eso. Tenés mucho que hacer y aunque tenés
toda una vida de tiempo, mientras mas rápido terminés, será mejor. Hay quienes
esperan ver tu trabajo terminado. Hay quienes ansían ver un nuevo sol en tus
ojos. También existen aquellos que destruirán cada cosa que llevés construido.
Lo que marco épocas
anteriores, debe quedarse allí.
…
Dicho esto, abrí los ojos.
La niebla cesó, y los grillos volvieron a cantar.
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